miércoles, 23 de julio de 2008

Lo básico para ligar

Os contaré aquí lo que considero básico para conseguir esa chica que no llega, esa pareja que esperas, y que a veces tanto cuesta de conseguir. Unas reglas elementales a seguir.

Primero de todo, cuida tu aspecto. ¡Sí, sí! Algo tan simple como eso. Las mujeres son unas expertas en eso, siempre pensando qué ponerse, como perder ese michelin, qué peinado les favorece más, estar bien lavadas y oler bien. No hace falta obsesionarse pero ve a un gimnasio y di que quieres ponerte cachas. No se te ocurra tomar anabolizantes, pero una dieta proteica para coger músculo suele ir bien. Seguro que un poco más de músculo favorecerá el que alguna que otra te mire con más interés.

Y procura oler bien. Nunca se sabe cuando tendrás la ocasión de hablar de cerca con una chica, y un mal aliento puede espantarla.

Pero lo principal para ligar no es lo anterior, ni tener mucha labia ni ser guapísimo, aunque todo esto ayude. Lo principal es tener ocasión. Esto que parece tan evidente, a veces es el principal problema. Si en el círculo en que te mueves no hay tías disponibles, es muy difícil que ligues. Un amigo mío llevaba esto al extremo. Me decía que a este o a aquel gimnasio no se apuntaba porque no había tías ligables. Se había recorrido todos los gimnasios en varios km a la redonda para ver en cual le parecía que había más tías “ligables”. Esto me pareció en su momento de una superficialidad tremenda, pero si lo piensas bien tiene su fondo aprovechable. Tal vez él pensara ir de caza en el gimnasio, pero aunque no lo hiciera, el hecho de ir todos los días una hora a un lugar donde hay unas cuantas chicas que tal vez puedas ligarte produce el “efecto oportunidad”. Si no hay oportunidades no hay ligue. El tipo que se estudia en una universidad donde todo son tíos y que luego se pasa el día encerrado en casa estudiando o pegado a un juego de ordenador o viendo la tele, y sale con amigos sólo una tarde a la semana, no tiene las mismas oportunidades que el que estudia en una universidad donde la mitad de los alumnos son mujeres, va por las tardes a un gimnasio donde la mitad de los clientes son mujeres y sale con amigos cuatro tardes y tres noches a la semana. Evidentemente vas al gimnasio por la gimnasia y a la universidad para estudiar, pero como se suele decir, al que no compra lotería nunca le tocará.

Una vez iniciado lo anterior ya ha comenzado el proceso. El siguiente paso es conocer chicas. En parte es algo inevitable si aplicar el principio de “tener ocasión”, pero a veces hay que proponerselo un poco, sobre todo cuando se es un poco tímido. Procura entablar conversación con ellas, haz algún comentario, charla de algo intrascendente durante un rato y luego preséntate y pregúntale como se llama. Piénsalo por un momento, ¿de cuantas mujeres de tu edad o simplemente en edad adecuada para ti puedes decirme su nombre? Apostaría algo a que ese amigo tuyo tan ligón puede darte más de el doble de nombres.

Otro paso importante es darte cuenta cuando le interesas a una chica. Trata de fijarte en eso. Cuando una chica te sonríe mucho o te mira más fijamente. Sobre todo si te observa y se sonríe a la vez. Si se ríen no vale. Y otros síntomas que habrás de aprender a detectar. A veces el simple hecho de acercarse a hablar contigo en privado ya es una señal. Y bueno... cuando uno está en proceso de aprendizaje no viene mal practicar el arte del ligue con las que se ve claro que les atraes, aunque no sean las que más te gustan. Las modelos nos gustan a todos pero esas suelen estar cogidas, así que el nivel de exigencia de la mayoría de los mortales debe ser rebajado un poco. Si en tus prácticas acabas liándote más de lo que querías, de paso aprendes el arte de terminar una relación con el menor daño posible.

¿Juegas al ajedrez? Hay quien juega simplemente al azar, normalmente pierde pero si lo hace muy a menudo a veces hace jugadas buenas. Con el tiempo recuerda ciertas jugadas que son buenas y las reproduce en sus nuevas partidas. Otros piensan concienzudamente cada jugada razonado las posibilidades y planeando los posibles movimientos, las posibles acciones y reacciones. Con el tiempo estos también automatizan determinados movimientos que luego resultan obvios para ellos como buenas jugadas. Pues bien, el arte de ligar, como la mayoría de las interacciones humanas, tiene cierto parecido con el ajedrez. Se puede actuar por medio del método de prueba y error al azar o prueba y error planificado. El resultado final es el mismo, que es que terminar automatizando ciertas jugadas. Personalmente creo que es mejor el de la planificación, pues ¿para que quieres un cerebro si no le sacas provecho? El ser humano es un ser pensante y esta facultad puede ser usada también para nuestras relaciones sociales. El cerebro no está sólo para las matemáticas y la física. La política, el arte o el amor también son campos donde un ser inteligente puede destacar si se lo propone. Usa tu cerebro.

Evidentemente faltan los detalles en este texto. Hora te toca a ti trabajar. Buscar la oportunidad, la charla, la confianza, el roce, planificado o no, la reacción, el beso, la caricia en la mano, la cita, la intimidad... ¿en este orden? Puede pero no tiene porque ser así. La partida de ajedrez a comenzado. Acción y reacción. Observación y nueva acción.

Por último me gustaría comentar algo que leí y que me parece muy importante saber en este terreno: ¿Qué es lo que realmente buscan las mujeres en un hombre? La respuesta que leí me pareció tan obvia una vez leída y después de tantos años de experiencia... lo que buscan es enamorarse. Su anhelo es enamorarse. ¡Enamóralas!