jueves, 27 de enero de 2011

Atraer por el olfato

Copio aquí parte de un artículo sobre la atracción del olor que apareció el 5 de marzo del diario Qué!


La ciencia demuestra que las que eligen son ellas


El culpable es el gen MHC, asociado al sistema inmunológico. Juega un papel fundamental en la defensa de nuestro cuerpo y ayuda a dar respuestas para asegurar la supervivencia de nuestra especie

La famosa creencia popular ya tiene apoyo científico y está publicado en la prestigiosa revista 'Psychological Science'. La psicóloga Christine Garver-Apgar, de la Universidad de Nuevo Mexico, ha descubierto que las mujeres son capaces de detectar inconscientemente el parecido genético de sus futuras parejas. Y lo que es más importante: cuanto menos parecido, mejor.

La culpa la tiene el MHC -siglas que se corresponden en inglés con Major Histocompability Complex- elemento indispensable en el sistema inmunológico. Se trata de una familia de genes encontrada en ratones, pájaros, peces y seres humanos. Lo que prueba el estudio es que la selección natural aún funciona para los humanos y las mujeres están bien 'adiestradas' para seleccionar a su pareja.

Ellas son más sensibles en su época más fértil
En este periodo su capacidad de detectar la diferencia del gen de la inmunidad se hace más potente. El estudio dice que las mujeres que tenían un marido con MHC parecido, llegaban incluso a buscar otro hombre en esta fase. Ellos también están dotados para intuir cuándo una mujer está en su fase fértil.

Padres con el gen MHC diferente amplían las posibilidades
Este gen es hereditario. Los hijos que heredan MHC diferentes de la pareja pueden tener más resistencia a las infecciones que los que los heredan similares.

EL OLOR ATRAE MÁS QUE LA BELLEZA
Uno de los vehículos principales de esta percepción genética es el olfato, según indica la doctora Christine Garver-Apgar, responsable del estudio. "Hicimos un experimento muy interesante: les pusimos una camiseta a los chicos y les hicimos llevarla durante dos días. Luego se la dimos a oler a mujeres con el gen MHC igual y a mujeres con MHC diferente", explica Garver-Apgar. "Curiosamente, el olor de los hombres que tenían el MHC diferente, les gustaba, y rechazaban el de los varones con el MHC más parecido", concluye."Ya lo sospechábamos por cómo actúan los animales, pero había que probarlo. "De momento no conocemos otras formas de detección del MHC", dice.

Así que a veces todo es cuestión de olor, o la menos influye.